todos somos freaks: el autor


El autor volvió al parque y me buscó en la banqueta donde nos habíamos encontrado la primera vez. Acordamos, tiempo atrás, que lo llamaría el autor, y no más el escritor. Luego de que lo encontrara en el piso de su cocina, mirando al gato, así como se pone Victor cuando le vienen los ataques, me pareció, y sólo por intuición, que no necesitaba más encuentros violencia en mi vida. mi vida, asi como está, está ya bastante convulcionada, está como una licuadora sin tapa, encendida claro, si no que aburrido. el autor me miró como si supiera que sus ojos hablan, los escondía detrás de los lentes y la gorra, puso la mano sobre la madera de la banqueta:
-estaba tratando de explicar, la ironía de la vida, como por un lado dos universos distintos se conectan de manera circunstancial y no sucede lo mismo cuando las personas quieren establecer relaciones. no pasa siempre que se tiene lo que no se quiere sin haberlo pedido, y los deseos que nos son esquivos en la realidad se presentan ante nuestro ojos para ser poseidos por otros? no es eso ironía?
-pensé que eso era envidia...
el autor me puso la mano en el hombro como si yo fuera su amiga.
-vas a venir a mi casa otra vez? no te prometo nada pero al menos no voy a meterme porros con martini a las diez de la ma;ana.
-sabias que el pollero tiene cuchillos para diferentes cosas?
uno para carne, otro para verduras, otro para pescado, no es una perdida de tiempo andar cambiando de cuchillos?
-no me vas a preguntar por los porros y el martini? no me vas a hablar de mi?
-acabo de ponerme impermeable y solo por eso voy a volver a tu casa.

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